Desde un principio el heavy metal se caracterizó por poseer guitarras fuertes y distorsionadas, ritmos enfáticos, los sonidos del bajo y la batería
son más densas de lo habitual y voces generalmente agudas. Con el pasar
de los años y con el surgimiento de sus subgéneros dichas
características se enfatizaron, alteraron u omitieron, e incluso en
ciertas ocasiones se agregaron nuevos atributos. Según el periodista Jon Pareles de New York Times; «en la taxonomía de la música popular el heavy metal es una de las principales subespecies del hard rock, una raza con menos síncopa, menos blues,
más talento para el espectáculo y fuerza más bruta». La típica
formación de una banda consta de un baterista, un bajista, un
guitarrista líder, un guitarrista rítmico y un cantante que en ocasiones
puede ser instrumentista. También puede incluir a un teclista para
engrosar el sonido en los conciertos en vivo o en las producciones de
estudio, sin que este sea necesariamente un miembro activo de la
agrupación
La guitarra eléctrica
y la potencia que proyecta a través de la amplificación ha sido
históricamente el elemento clave del género, cuyo sonido proviene de un
uso combinado de altos volúmenes y una gran distorsión. A lo largo de los años los guitarristas han innovado en las técnicas y efectos que produce el instrumento como el tresillo, seisillo, palm mute, bend, hammer-on, tapping y el sweep-picking principalmente. Además es muy importante el riff, el power chord y sobretodo el solo que definen a una canción y al subgénero en la que se interpreta. También el guitarrista cumple un rol importante en el heavy metal que en ocasiones provoca una tensión amistosa con el vocalista, para definir quién es el frontman de una agrupación.
Por otro lado y como ya se mencionó anteriormente una banda puede
tener a dos guitarristas; uno líder y otro rítmico, pero hay casos donde
es uno solo o en situaciones específicas pueden ser incluso tres.
Además en algunas bandas los guitarristas aplican el término twin-guitars
—guitarras gemelas en nuestro idioma— donde ambos pueden ser líderes,
tocando simultáneamente un solo o intercalando su participación dentro
de este. Una de las primeras bandas que aplicó dicho concepto fue Wishbone Ash, sin embargo varios críticos sitúan a Judas Priest y a Scorpions —estos últimos durante sus primeros años— como las agrupaciones que realzaron y engrosaron dicha técnica.
Otro de sus elementos importantes es la voz que de acuerdo al crítico Simon Frith;
«...el tono [de la voz] es mucho más importante que las letras de las
canciones». La voz se caracterizó en un principio por ser aguda, con un
gran uso del vibrato y una amplitud enorme de octavas. Algunos de los cantantes que cumplen con dichos factores son Ian Gillan de Deep Purple, Bruce Dickinson de Iron Maiden y el fallecido Ronnie James Dio por ejemplo. Otra de las técnicas que se utiliza y que no poseen todos los cantantes es el falsete, algunos de ellos tienen un dominio perfecto de esta técnica sin afectar su voz como por ejemplo Rob Halford de Judas Priest y King Diamond. Adicional a ello algunos poseen influencias directas de los intérpretes de la ópera, como es el caso de Freddy Mercury de Queen.
Con el pasar de los años algunos vocalistas emplearon un tono más
rudo y más alejado a la agudeza propia del género. Uno de los primeros
fue Lemmy Kilmister de Motörhead, que incluyó una voz rasposa y que fue un punto clave en los posteriores cantantes del thrash metal, death metal y del black metal. Estos se caracterizan por tener una voz gutural;
una técnica que utiliza sonidos graves, similares a gruñidos y que en
ocasiones provoca una difícil comprensión de las letras de sus
canciones. A pesar que las voces del metal son principalmente masculinas, las mujeres también han incursionado en el género como es el caso de Kim McAuliffe de Girlschool y la alemana Doro, considerada como la «reina del heavy metal».
Por su parte el bajo, los teclados y la batería
cumplen un rol importante en la sección rítmica. El bajo proporciona
una gama de sonidos bajos que son cruciales en la música, que varían en
complejidad desde ser solo acompañamiento rítmico a participar en la
interacción de la guitarra líder y rítmica. Al igual que en la guitarra,
el bajista puede utilizar algunas técnicas en las cuerdas como el tapping
y el número de ellas pueden variar desde las cuatro a seis dependiendo
del subgénero que se interpreta. En ciertas situaciones también el
bajista suele ser el músico principal de una agrupación como en Motörhead
por ejemplo. En cuanto a la batería, esta debe crear un ritmo fuerte y
constante basándose en la velocidad, potencia y precisión. Según los
autores Mick Berry y Jason Gianni;
«el baterista requiere una cantidad excepcional de resistencia, una
velocidad considerable, una coordinación y una destreza absoluta para
tocar los intríncados patrones del metal». Una de las características propias del batería del metal es la utilización del cymbal choke, que es tocar los platillos y silenciarlos rápidamente con la mano. En adición a ello la configuración del número de tambores, bombos y platillos es normalmente mayor a lo que se emplea en otros tipos de música rock.
Por último los teclistas pueden engrosar el sonido de una canción con el órgano, los sintetizadores y los teclados propiamente tal. Su sonido proviene principalmente del rock psicodélico
y se efectúa en su gran mayoría como acompañamiento rítmico para dar un
ambiente más oscuro. Aún así hay casos donde el teclista puede
interpretar solos como por ejemplo Jon Lord en Deep Purple y Mic Michaeli en Europe. También otro músico de la banda puede cumplir dicho rol, como es el caso del guitarrista Eddie Van Halen de la banda del mismo nombre. Además existen situaciones donde el teclista.
Marcos 6ºA
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